En Estados Unidos, unas 609.360 personas morirán de cáncer cada año. Según la Sociedad Americana del Cáncer, el cáncer de pulmón causará aproximadamente una de cada cinco de esas muertes.
Tanto si se inhalan como si se ingieren, las fibras de asbestos pueden viajar fácilmente por el torrente sanguíneo y el sistema linfático, causando gradualmente inflamación y cicatrices. El daño causado por estas fibras finas y afiladas puede aumentar el riesgo de cáncer de pulmón y otras afecciones pulmonares como la asbestosis.
Por desgracia, el cáncer de pulmón relacionado con el asbestos puede tardar décadas en desarrollarse tras la exposición inicial, lo que dificulta su detección. Si le diagnosticaron cáncer de pulmón tras la exposición al asbestos, debe estar al tanto de su diagnóstico comprendiendo los riesgos y cómo se desarrollan los cánceres relacionados con el asbestos.
Consultar a un abogado con experiencia en cáncer de pulmón causado por la exposición al asbestos puede determinar si tiene un caso y si puede solicitar una indemnización.
¿Cómo provoca el asbestos cáncer de pulmón?
La alteración de productos o materiales que contienen asbestos puede liberar fibras microscópicas en el aire. La inhalación o ingestión de estas fibras puede provocar cáncer.
Las células genéticamente dañadas provocan un crecimiento descontrolado; las células cancerosas pueden propagarse por los ganglios linfáticos y formar tumores por todo el cuerpo.
Por lo general, una exposición intensa hará que el cáncer relacionado con el asbestos se desarrolle antes; sin embargo, el cáncer de pulmón relacionado con el asbestos puede tardar entre 10 y 40 años en manifestarse con síntomas.
El cáncer de pulmón causado por el asbestos tiene varios factores de riesgo, entre los que se incluyen:
- La duración de su exposición al asbestos
- La cantidad de asbestos a la que estuvo expuesto
- Fumar o consumir tabaco
- Una predisposición genética al cáncer (concretamente al cáncer de pulmón)
- Padecer una enfermedad pulmonar preexistente
- Factores de salud como el peso y la tensión arterial
- El tipo de asbestos (la crocidolita es la forma más mortal)
- Cómo estuvo expuesto (por ingestión o contacto con la piel)
- Su edad (a medida que envejece, aumenta el riesgo)
- Haber padecido cáncer anteriormente
- Ser seropositivo
Fumar reduce la capacidad del pulmón para filtrar las fibras de asbestos. Las personas que fuman y están expuestas al asbestos aumentan el riesgo de padecer cáncer de pulmón. Además, dado que la mayor parte de la exposición se produce en el trabajo, las personas que trabajan en sectores que implican un contacto prolongado con el asbestos, como la construcción, también corren un mayor riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con el asbestos.
¿Quién corre el riesgo de desarrollar un cáncer de pulmón relacionado con el asbestos?
Aunque actualmente el asbestos no es ilegal en EE.UU., la Administración de Seguridad y Salud en el Trabajo (OSHA) limita la cantidad de asbestos en el aire. Además, la OSHA exige a los empresarios que tomen las medidas de precaución y seguridad adecuadas para proteger a sus empleados de la exposición, como proporcionarles ropa y equipos de protección.
A continuación se enumeran las profesiones con mayor riesgo de exposición al asbestos:
- Trabajadores de centrales eléctricas
- Mecánicos de automóviles
- Trabajadores de la construcción
- Bomberos
- Trabajadores de astilleros y de la industria naval
- Trabajadores de mantenimiento
- Electricistas
- Trabajadores ferroviarios
La exposición secundaria puede producirse cuando los trabajadores vuelven a casa cubiertos de polvo de asbestos o lavan ropa contaminada. Las familias de los trabajadores y otros miembros del hogar pueden correr un mayor riesgo de desarrollar cáncer de pulmón relacionado con el asbestos debido a esta exposición. Si le han diagnosticado un cáncer de pulmón relacionado con el asbestos y ha trabajado en alguno de los sectores mencionados, solicite asesoramiento jurídico lo antes posible.
Tipos de cáncer de pulmón asociados al asbestos
Debido a la naturaleza del daño pulmonar relacionado con el asbestos, la exposición al asbestos puede conducir al desarrollo de cáncer de pulmón en cualquiera de sus formas. Los dos tipos más comunes de cáncer de pulmón relacionados con el asbestos son el cáncer de pulmón de células pequeñas (CPCP) y el cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPCNP).
Cáncer de pulmón no microcítico (CPNM)
El CPNM representa alrededor del 80 por ciento de todos los cánceres de pulmón. Una estructura celular más grande define esta forma de cáncer de pulmón y tiene tres subtipos: adenocarcinoma, carcinoma de células escamosas y carcinoma de células grandes.
El adenocarcinoma es el CPNM más frecuente y se forma en el tejido externo de los pulmones. El carcinoma de células escamosas se desarrolla en las vías respiratorias de los pulmones, creciendo y extendiéndose lentamente. El carcinoma de células grandes es el subtipo menos frecuente, pero es el más peligroso porque puede crecer y extenderse rápidamente.
Cáncer de pulmón de células pequeñas (CPCP)
El CPCP suele propagarse con mayor rapidez que el CPNM y suele ser más agresivo. Esta forma de cáncer de pulmón afecta a células más pequeñas que las del CPNM, lo que a menudo hace que el CPCP responda mejor a tratamientos como la radioterapia y la quimioterapia.
El CPCP tiene dos subtipos: el carcinoma de células pequeñas y el carcinoma combinado de células pequeñas. La forma más común de CPCP, el carcinoma de células pequeñas, se caracteriza por el aspecto plano de sus células.
El mesotelioma es otro tipo de cáncer causado por la exposición al asbestos. Varios factores diferencian el mesotelioma de otros tipos de cáncer de pulmón, entre ellos la localización y el patrón de crecimiento. Mientras que el cáncer de pulmón se desarrolla en el interior del espacio pulmonar, el mesotelioma se forma en los pulmones, el corazón o el revestimiento del abdomen.
Comprender los síntomas del cáncer de pulmón relacionado con el asbestos
Una persona expuesta al asbestos puede no experimentar ningún síntoma durante décadas después de la exposición. Por ello, las personas que sospechen haber estado expuestas al asbestos deben informar a sus médicos sobre cualquier efecto en su salud.
Si cree que corre el riesgo de desarrollar un cáncer de pulmón relacionado con el asbestos, preste atención a estos síntomas:
- Tos persistente
- Fatiga
- Dolor y molestias en el pecho
- Falta de aliento
- Voz ronca o sibilancias
- Tos con sangre
- Pérdida de apetito
- Pérdida repentina de peso
- Hinchazón del cuello y la cara
Aunque estos síntomas pueden indicar otra afección menos grave, acuda a su médico inmediatamente para diagnosticar el cáncer de pulmón con mayor rapidez. Por lo general, su médico le recomendará radiografías, una broncoscopia, una tomografía computarizada o una tomografía por emisión de positrones si sospecha que puede padecer un cáncer de pulmón relacionado con el asbestos. Si su médico le diagnostica cáncer de pulmón después de realizarle estas pruebas, es posible que le indique más pruebas para ver si el cáncer se ha extendido y determinar el mejor tratamiento.
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